El juicio contra el capitán del crucero Costa Concordia,
Francesco Schettino, por el naufragio del barco frente a la isla del Giglio
(Italia) el 13 de enero de 2012, en el que murieron 32 personas, comenzara hasta
el próximo 17 de julio por una huelga de abogados que protestan por la
anunciada reforma judicial y que acaba un día antes.
El pasado 22 de mayo, el juez de la audiencia preliminar
Pietro Molino decidió enviar a juicio al comandante Schettino, acusado de
homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber
informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra el
escollo que provocó el naufragio.
También fueron enviados a juicio el responsable del
puente de mando, Ciro Ambrosio; la oficial, Silvia Coronica; el timonel Jacob
Rusli, el jefe de los servicios de a bordo, Manrico Giampedroni, y el jefe de
la unidad de crisis de Costa Cruceros en tierra, Roberto Ferrarini.
Estos afrontaban un proceso paralelo, ya que decidieron
pactar la pena. La primera audiencia se tenía que haber celebrado hoy, pero
debido a la huelga de abogados se aplazó al próximo 20 de julio.
Como en las audiencias preliminares, el Teatro de la
localidad de Grossetto, donde se está celebrando este proceso, será centro de
la atención mediática con la presencia de Schettino, quien no ha dado su
consentimiento para la retransmisión del proceso.
Los abogados de Schettino han solicitado la absolución de
su defendido de todos los cargos, entre ellos el del abandono de la nave, y
aseguraron que el comandante hizo todo lo posible para salvar a los pasajeros.
En sus informes durante la instrucción del juicio, los
peritos que examinaron la caja negra del barco explicaron que "la maniobra
después de la colisión fue totalmente casual porque la nave se encontraba fuera
de control".
Asimismo, el peritaje desveló que tres minutos después
del impacto contra el peñasco, el capitán del Costa Concordia ya tenía
constancia de "una entrada (de agua) tan grande que impedía entrar en la
sala de máquinas".
En este sentido, los peritos apuntaron que Schettino
debería de haber informado "inmediatamente" a la tripulación para que
fueran ellos quienes protegieran los pasajeros.
En la noche del 13 de enero de 2012, el crucero Costa
Concordia encalló a pocos metros de la isla del Giglio, tras una maniobra
realizada por el capitán para acercase a la costa, que se conoce como
"saludo".
Desde el impacto hasta que se produjo el desembarco de
los 4.229 pasajeros y miembros de la tripulación pasaron varias horas sin que
se diese la orden de abandonar el barco. Este, debido a la entrada de agua, fue
inclinándose poco a poco.
En el naufragio murieron 32 personas, entre ellas un español
y dos peruanos, y de estas víctimas dos cuerpos aún no han sido recuperados.
Schettino está desde el 5 de julio en libertad, después
de que la jueza decidiese sustituir el arresto domiciliario dictado por ella
misma el 17 de enero por la obligación de someterse a controles rutinarios en
el municipio en el que reside, Meta di Sorrento (sur).
En las fases previas, la compañía naviera Costa Cruceros llegó un acuerdo
por el que deberá pagar un millón de euros como sanción administrativa por el
naufragio del buque Costa Concordia, de su propiedad y ahora se ha presentado
como parte en el juicio contra Schettino.
Fuente: Milenio
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