En este viaje hemos aprendido como son los ciclos
de la naturaleza, como un ave, la fragata magnifica, es capaz de llevarnos a
mar abierto, donde está un cardúmen de sardinas... para develarnos bajo el agua
el misterio de El Gran Pez.
"A los amantes de la naturaleza es una
invitación, a que tengan otras opciones de como ver a los animales, el día que
veas a un pez vela abajo del agua o simplemente lo veas en la televisión, lo
veas en una cámara, te va a cambiar, nunca jamás vas a volver a pescar a uno",
explica Manuel Lazcano, buzo y fotógrafo submarino.
Pero el secreto de El Gran Pez, no es el secreto
mejor guardado del mundo porque así como lo sabemos nosotros, también lo saben
los pescadores.
En plena grabación, desde el fondo del agua
escuchamos el sonido estridente de las propelas de botes que se acercan, son
pescadores. Ellos también siguieron a las fragatas y quieren llevarse al pez
vela como trofeo. Un pez vela ha picado el anzuelo, salta sobre la superficie
del agua, en una lucha desesperada por escapar.
Los pescadores tiran de las cañas. En la superficie
hay confusión.
"¡Ya lo tiene, ya lo tiene!, ¡Ya lo pescó, ya
lo pescó!".
Pero no es fácil vencer a El Gran Pez, que en el
último momento, logra escapar frente a las narices de los pescadores.
Abajo, exhausto, el pez vela lleva las marcas de la
batalla. El anzuelo está adentro de su boca y sobre el costado derecho aún se
ve un trozo de la línea de pescar.
La población del pez vela se considera estable, por
lo que no tiene un estatus de protección especial por parte de las autoridades
mexicanas, pero se sigue pescando indiscriminadamente, sobre todo ejemplares
jóvenes.
Hoy los trofeos de pesca apenas alcanzan los 40
kilos, cada vez se pescan más peces de menor tamaño, quizá es un aviso de que
algo está pasando con esta especie.
"Como te diste cuenta, de los dos lados
llegamos muy lejos, a ellos no les importo que estuviéramos en el agua, y
tomaron el riesgo de pasar cerca con sus líneas y todo, iban por su objetivo,
pescar y nosotros tomamos el mismo riesgo, nosotros vamos por nuestras
imágenes, por nuestro pez vela y vamos a entrar al agua, nunca nos imaginamos
que las embarcaciones iban a seguir pasando, insistentemente tratando de
capturar al pez vela", explica el fotógrafo submarino.
Arriba, los pescadores, quizá ni siquiera imaginan
la maravilla que sucede abajo del agua, pero nosotros sí.
Los peces velas siguen en su ritual en donde
pareciera que danzan, se agrupan, son insaciables, se excitan, cambian de
color.
Estas imágenes son el mejor trofeo que la
naturaleza nos puede dar.
Nuestra generación conoció al pez vela en esas
postales tomadas en algún muelle, donde eran colgados, como trofeos de pesca.
Eran otros tiempos. Hoy nuestros hijos tienen la posibilidad de conocer a El
Gran Pez de una forma diferente.
Usted decida si se conforma con una simple
fotografía o si prefiere ver este espectáculo de la naturaleza.
"Nosotros tenemos está oportunidad de revelar
estas imágenes, quiero compartirlo, quiero que a través de imágenes podamos
influenciar a todas las edades y que impacten, que tomen decisiones más
inteligentes en el futuro en el momento de involucrarse en actividades como
estas".
Por fortuna, son más los que ahora saben que al Pez
Vela hay que verlo, no pescarlo, porque ningún trofeo de pesca, por más grande
que sea, se compara cuando El Gran Pez danza bajo el mar.
Fuente: Televisa
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